En el caso de las madres
solteras, la sobreprotección
es frecuente, sobre todo cuando a través de ella se busca compensar el tiempo
que no se le dedica al niño. Sin embargo, lo único que se consigue es
precisamente lo contrario, pues el pequeño no aprende a enfrentar conflictos y
límites, por lo que en el futuro probablemente crecerá sintiéndose un ser
superdotado incapaz de cometer errores.
Por el contrario, un
niño criado en un clima de amor, tranquilidad y estimulación, desarrollará
habilidades que le permitirán relacionarse en forma sana con sus compañeros de
escuela, amigos o adultos. A la vez, es importante no caer en el error de
desear por los hijos, de anticiparnos a sus demandas, solo así permitiremos que
se despierte en ellos el deseo.
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